Felipe, quiero que vayamos a Las pirámides de Teotihuacán, o por lo menos que tu vayas, quedan a 1 hora 20 minutos de Ciudad de México, en México, hay que tomar la ruta hacia el norte de la ciudad, lo mejor es rentar un carro todo el tiempo que estés en México, súper importante que tenga GPS y que tomes todas las coberturas de seguro. Cuando llegues allá, busca el parqueadero que está más cerca a la pirámide del Sol, y sube a esta de primero, es la segunda más grande de las Américas y esta ciudad estuvo habitada al mismo tiempo que las principales ciudades de Europa, pero fue más grande en extensión y habitantes que Roma para el mismo periodo.
Tomate tu tiempo en la cima de la pirámide, dicen que es un sitio donde te recargas de energía. Cuando bajes no dejes de subir a la pirámide de la luna, de visitar el templo de Jaguar y de atravesar todo la calzada de los muertos para ir al templo de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada.
Este sitio fue de gran valor para las personas que lo habitaron y construyeron, lleno de símbolos ceremoniales, me gustaría que pensaras en lo importante que debió ser estar en esos templos en esa época, solo reyes y sacerdotes. Piensa en la inmensa dedicación de un pueblo para construir estos edificios en épocas en que no había motores y ten presente que en esa época los caballos no se conocían en América.
Después de visitar las pirámides en la mañana almuerza en la zona en alguno de los restaurantes, pide algo muy mexicano y pícate, para poder entender un pueblo o decir que realmente has visitado algo debes compartir su cultura y ello incluye sus comidas.
Si crees que vale la pena trata de volar en globo sobre las pirámides, algo que seguramente no muchos pueden hacer.
Esta serie de cosas que quiero hacer contigo no tiene ningún orden en especial, son simplemente cosas que me han ayudado a aprender y que me ha gustado hacer o visitar por su significado para mi o para otros.