Roberto Fontanarrosa “El Negro”, no requiere ni presentación ni homenaje de alguien como yo, cuando miles de personas en todo el mundo ya han expresado el dolor por su perdida y lo mucho que se le extrañará. A pesar de ello no pude evitar este post luego de leer su “ultimo” libro de cuentos titulado el rey de la milonga, gracias a Noel que tuvo la cortesía inmensa de traerme un ejemplar en su última visita a Buenos Aires. (el tipo de artículos que no es que no se puedan comprar en Colombia o por Internet, pero que adquieren un valor incalculable por la historia asociada, por el detalle y por el cariño. Gracias de nuevo Noelito).
El negro se volvió famoso en todo el mundo por ser un tipo muy amable, nada agrandado, consistente con el mismo, con sus pasiones y comprometido con sus amigos, todo un ser humano. No será fácil saber si fue un buen escritor, que un gran dibujante y humorista lo fue sin duda, pero hizo algo importante en el entorno de la literatura, acerco la letras a las personas de a pie, al lector del día a día, le robo algunos lectores a la televisión, una de las razones que hicieron esto posible fue su gran amor por el futbol, por su ciudad (rosario, argentina) y por sus tradiciones y costumbres argentinas.
Extracto de su cuento titulado: Una interesante observación sobre las Narigonas.
(…)
Y hasta el perrito compañero…-canturreó Ricardo riéndose.
-…que por tu ausencia no comía…-se unió el Chelo, también a carcajadas
-…al verme solo el otro día, también se fue- terminaron los dos al unísono.
-ojo, ojo, ojo-casi se puso de pie el Pitufo-, que ese tango replantea muy seriamente la verosimilitud de lo que se dice que los perros son tan fieles, el mejor amigo del hombre y todo eso.
-Perro hijo de mil putas, apenas lo vio solo a ese muchacho se fue a la mierda…
-Ah sí, viejo – se enojo el Chelo- si vos no le das de comer o lo cuidas como querés que se quede con vos.
-¡Porque es tu amigo, querido – salto Ricardo – y te debe lealtad!
-Lealtad las pelotas- dijo Belmondo -. Seguro que ahí la que le daba de comer era la mina. Cuando se piro la mina el tipo ya se tiró al abandono y no le daba ni cinco de bola al perro ese.
– Porque ese tango es engañoso -agito el dedo índice el pitu -. Narra ese acontecimiento como al pasar, sin darle importancia, pero no es un dato menor que un perro argentino se raje de la casa porque el tipo se quedó solo.
-Era un dogo argentino que no reconoce al dueño.
-¡El perro- Ricardo golpeo con el puño contra la mesa- se tiene que quedar ahí con el dueño aunque el dueño sea un pelotudo al que se lo cagó la mina, porque para eso es un perro de tango! ¡Si quiere comer bombones o canapés que labure en un bolero!
(…)
Este fragmento me gustó especialmente por involucrar los tangos, los perros y las discusiones típicas que se dan entre amigos al tocar apasionadamente cualquier tema.
Y pues si Cervantes ha sido recordado por su aporte al español al crear una novela que recopilaba el idioma y que permitía a los comunes acercarse a la novela, entonces el aporte de Fontanarrosa no puede ser considerado poco a la letras latinoamericanas.
Juan Peláez.
Keywords: Literatura, Roberto Fontanarrosa, El rey de la Milonga y Otros Cuentos, Opinion.